En el diseño de la torre residencial Bolzano, se puso especial interés en enfatizar su condición de hito urbano, cualidad que entendimos podía asumir el edificio, tanto por su altura como por su situación, en uno de los principales nodos de entrada a la ciudad de Valencia.
A esta ubicación privilegiada, se dio respuesta con distintas estrategias de diseño, por un lado, mediante los pórticos a doble altura que coronan el edificio en cada una de sus cuatro fachadas los cuales otorgan al edificio una escala más urbana, que trascendería su uso puramente residencial. Y por otro, se trabajó en obtener una imagen singular, unitaria y reconocible para el todo el edificio, mediante la seriación y homogeneización en las soluciones de fachada, terrazas corridas y huecos verticales, aspecto que suponía cierta complejidad dado el gran número de tipologías diferentes de vivienda que se reclamaban.